martes, 21 de febrero de 2012

Escalofrio


Es el sentimiento más repulsivo que he sentido, al ver unas imágenes en televisión de las respuestas policiales a las reivindicaciones del instituto LLuis Vives. Como madre he llorado de rabia al comprobar que se humilla y se lastima de la forma más vergonzosa y autoritaria a unos menores cuyo delito, es manifestarse en la calle como autoriza nuestra constitución.
Siempre he manifestado mi máximo respeto a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, y por eso ruego que los atropellos que bajo mi punto de vista, se están dando en las calles de Valencia sean investigados y, depuradas si las hubiera las responsabilidades pertinentes.
Siempre creí que la respuesta policial debía ser proporcional, teniendo en cuenta la situación del momento, pues bien la imagen de un adolescente con su mochila como única arma recibiendo un manotazo en la cara que le tira y rompe sus lentes, por parte de un antidisturbios, esta más cerca de la agresión física que de la dispersión que es la función que han de desempeñar. Los transeúntes que para nada estaban alterando el orden y también fueron agredidos se merecen así como el resto de ciudadanos una explicación muy convincente por este derroche de brutalidad gratuita.
http://www.dclm.es/lectores.php

sábado, 4 de febrero de 2012

Fiestas

 
No deja de ser compleja  la tesitura en la que se encuentran los ayuntamientos de nuestro país.
 En la situación actual, cabria estudiar muy detenidamente lo necesario y lo prescindible.
Es  una quimera pensar que la economía se saneará este año en curso.
 Las cifras del paro están siendo escandalosamente preocupantes, da la sensación de que el motor del consumo se ha detenido. La realidad y los dramas familiares de las personas que no tienen ninguna posibilidad de incorporarse en breve al mercado laboral, son sangrantes y preocupantes.
 La opinión pública puede cuestionar las decisiones de sus gobernantes si las circunstancias no mejoran.
Vemos como andan los preparativos de Carnaval en  la Comunidad Canaria, la Comunidad Valenciana ya calienta el ambiente con los preparativos de las Fallas y las fiestas más o menos glamorosas o austeras en nuestras ciudades, según el criterio de quien lleva el bastón de mando.
Entiendo que las fiestas son necesarias, más aún en estas difíciles vicisitudes que nos ha tocado vivir.
 Que el futuro empresarial, la hostelería, la economía en general, de todos nuestros pueblos, necesitan que se reactive el consumo pero, hay que hilar muy fino, para que los que  han perdido hasta su dignidad amén de su empleo, los que han tenido que dejar los estudios por que la situación en casa es de insolvencia, entiendan la necesidad o no de dispendios en fiestas en las circunstancias actuales.
 Un futuro incierto en cuanto al mercado laboral puede variar la visión de la ciudadanía en cuanto a la necesidad o no de algunos gastos  prescindibles.
 Es posible que con la limitación de presupuestos de  algunas celebraciones se pueda generar más desencanto, pero algunos recursos serian muy necesarios y prioritarios en algunas áreas de carácter social, en iniciativas para la creación de empleo, en el mantenimiento del ya existente y en la formación de nuestros desempleados.