Es el sentimiento más repulsivo que he sentido, al ver unas imágenes en televisión de las respuestas policiales a las reivindicaciones del instituto LLuis Vives. Como madre he llorado de rabia al comprobar que se humilla y se lastima de la forma más vergonzosa y autoritaria a unos menores cuyo delito, es manifestarse en la calle como autoriza nuestra constitución.
Siempre he manifestado mi máximo respeto a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, y por eso ruego que los atropellos que bajo mi punto de vista, se están dando en las calles de Valencia sean investigados y, depuradas si las hubiera las responsabilidades pertinentes.
Siempre creí que la respuesta policial debía ser proporcional, teniendo en cuenta la situación del momento, pues bien la imagen de un adolescente con su mochila como única arma recibiendo un manotazo en la cara que le tira y rompe sus lentes, por parte de un antidisturbios, esta más cerca de la agresión física que de la dispersión que es la función que han de desempeñar. Los transeúntes que para nada estaban alterando el orden y también fueron agredidos se merecen así como el resto de ciudadanos una explicación muy convincente por este derroche de brutalidad gratuita.
http://www.dclm.es/lectores.php
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