Una vez más la fuerza arrolladora de la democracia ha arrojado vencedores y vencidos. Es curioso ver como tras el paso por las urnas, ejercicio de democracia llevado a la máxima expresión, los resultados son utilizados y por que no decirlo vapuleados dependiendo del vencedor y del vencido.
Me llena de regocijo saber que cualquier sondeo no es más que papel mojado, lo que no acierto a entender es la facilidad con la que la gente pasa de ser una estadística, a ser maltratada por los voceros mediaticos de turno indignados por los resultados en las urnas.
El insulto sistemático a los sectores de la izquierda, en este caso de forma puntual con Andalucía de fondo, en general en todos los medios afines a la derecha Española, no demuestra más que una falta total de cultura democrática y una ideología bastante retrograda de lo que realmente enriquece la vida política como es la pluralidad. El hecho de convivir con nuestros adversarios políticos es constructivo pero, es intolerable que los sectores de la sociedad que tienen acceso a los medios distorsionen, insulten y menosprecien a cualquiera que ose pensar distinto, los medios de comunicación locales regionales y nacionales deberían ser muy escrupulosos cuando publican ciertas opiniones vejantes e insultantes que hieren el sentimiento ideológico de mucha gente.
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